El último parche de PUBG se centra, además de en añadir múltiples retoques en la interfaz de usuario y cambios quality of life como una mejor gestión de los accesorios de las armas, en la climatología dinámica y en cambiar el comportamiento de las balas; lo primero, recordarán los más veteranos, ya estuvo en la fase Early Access del videojuego pero fue retirado. Ahora PUBG lo incorpora en sus mapas de Erangel y Miramar: en el primero veremos cómo una partida puede pasar de la niebla a la lluvia mientras que, en el segundo, el sol cambiará de fase a lo largo de un combate.
Por el momento, el tercer mapa, Sanhook, no incorpora tal característica y no se han dado más detalles al respecto. Parece lógico esperar, eso sí, que llegue antes o después y, hablando de un mapeado de corte tropical, esperar monzones o tormentas no es descabellado. Por otro lado, la actualización 19 altera el comportamiento de las balas y añade la penetración en las extremedidades: así, si una bala da en un brazo que está cubriendo el pecho, la cintura o la cabeza (las piernas no contarán tal bonus), éstos también serán dañados. De esta forma, PUBG se vuelve un poco más exigente si cabe.