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  1. Ver el fin de un servidor donde habías dedicado muchas horas de tu vida en lograr los objetivos del juego, donde tenias una rutina, donde te divertías, te encontrabas con gente que también le gustaba el juego, aprendías cosas todos los días, competías, peleabas y al final, terminaba todo en un buen momento, duele y deja un vacío como muchas situaciones reales de la vida al perder a alguien. Sin irnos tal lejos, nuestra historia comenzó así hace casi 20 años atrás, donde muchos jugadores de Mu Online decidieron "probar" que era Lineage II C4, y fue un viaje de no retorno. Tanto que solo algunos meses después de empezar, cuando nos cerraron abruptamente el servidor pirata, comenzamos con el proyecto de Mobzone Lineage 2 Argentina y continuamos muchos años mas disfrutando de este excelente juego, tanto, que cuando terminamos el proyecto, a mi como a todos, nos quedaba un vació que ningún juego lograba completar. Arrancas con un MMORPG, probas otro más, pasas a un juego de estrategia, pasas a uno de acción o tiros 3D, jugas un retro, prendes alguna de las consolas, pasas a la pc 286 en DOS y terminas haciendo niveles del Principe de Persia. Pero nada, le dedicas media hora y te vas a hacer otra cosa. Hasta que apareció Dauntless, y la idea de arrancar como Newbie nivel 1 y empezar a ganar niveles, Forjar tus armas y armaduras, hacer tus combinaciones de set, adquirir experiencia personal, y hacerte cada vez mas bueno, hasta el punto de moverte por donde quieras en el mundo, que no importa el desafío, eres tan cabronamente fuerte que te matas todo tipo de dinosaurio o desafió que aparezca... bueno, así me sentía en Dauntless con unas 700 horas de juego real optimizando mi equipo y aprendiendo como ser mejor en cada cacería. Pero, porque esos pixeles eran mejor que los otros y tanto me gustaban? Todas las opciones de pago, era para skins. Podías tener un set de porquería, pero comprar en la tienda una super armadura de plata, y vestirte como un campeón, pero detrás del skin, eras lo mismo. Todo lo tenias que hacer consiguiente materiales. Cuanto mas jugabas, mejor mejorabas tus sets. (Mientras yo jugué) luego arruinaron todo en la última actualización con las micro transacciones y loot boxes, como hacen todas las empresas cuando quieren mas y mas dinero. El concepto de que tu personaje no tenia nivel, sino que tenias que usar uno de las 6 armas disponible, y lo que leveabas era tu arma, y al llegar a nivel 20, la reforjabas, pasabas a ser nivel 1, y esos puntos te dejaban cargarlos por todos lados para mejorar tu stats hacia que valga la pena estar siempre jugando. Además, comenzabas TODO de nuevo, desde nivel 1, pero con mejores stats, esto hacia, que te encuentres con los nuevos personajes que empezaban ese día, o quienes también reforjaban. El sueño de TODO MMO, imaginen un Lineage II, donde al llegar a nivel 99, podías resetear a nivel 86, cargarte 15 puntos de stats (STR, MEN, DEF, LUCK) arrancar en 86 de nuevo y volver a subir a 99 (jugando x meses otra vez) y Volver a resetear... Claro, SIEMPRE Tenes gente reseteando y siempre todo el mundo jugaría con novatos. Bueno, en Dauntless era así. Vos empezabas hoy, y quizás, me encontrabas a mi haciendo el reforge 30, ósea empezando el juego de nuevo desde nivel 1 x 30 veces, te unías a la party solo con estar cerca en el perímetro, y todos ganaban puntos de experiencia por la cacería. Todo colaborativo. A esto se le suma, que necesitabas aprender a cazar cada tipo de Dinosaurio, stunearlo, golpearlo, cortarlo, etc. para todo esto, tener el arma indicada y del tipo correcto, hielo, fuego, tierra, eléctrica, somo tu set. lo cual, nuevamente tenias que pensar como armar tu seteo para obtener los mejores stats según lo que cazabas... todo un desafío, eso lo hacia diferente... Un gran adios a Dauntless por tanta Felicidad compartida en estos último años...
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  2. Claramente si juegas Lineage 2 en el servidor oficial para 2025 ni conocerás estos Buff, pero si arrancas de nuevo en un proyecto como LU4 donde tienes que volver a la época de C4, necesitas recordar como era tener que elegir los BUFF que llegas y el motivo de porque lo haces.
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  3. El crecimiento de la construcción sumado al encarecimiento de la tierra y la falta de lotes grandes en la Ciudad provocó en los últimos años que muchos garajes y estaciones de servicio fueran vendidos y en sus terrenos se levantaron torres. Ahora los desarrolladores inmobiliarios están poniendo su vista en un nuevo objetivo: los hoteles alojamiento. Ya son varios los casos de albergues transitorios que cerraron y fueron reemplazados por viviendas. Salvo los grandes hoteles de la General Paz, la Panamericana u otros lugares, que mantienen una gran clientela, muchos hoteles más chicos, de barrio, sufrieron en los últimos años una pérdida en su rentabilidad . Esto forzó a muchos dueños a venderlos. Es que los hoteles alojamiento suelen ocupar lotes grandes, o más de una parcela. Además, en general cuentan con cocheras y hasta con salidas hacia dos calles . Estas características atraen a los inversores inmobiliarios. Por citar algunos ejemplos, hace pocos meses cerró el hotel Tánger que funcionaba en Gutiérrez al 2500. En el barrio aseguran que allí se construirá un edificio. Hace cuatro años había pasado lo mismo con un albergue que quedaba en Ortega y Gasset y Migueletes (El disco), con un hotel que estaba en Thames entre Paraguay y Guatemala (Yolli Bell), y otro en Sinclair entre Demaría y Cerviño (Sinclair). “Si un establecimiento comercial pierde rentabilidad, como puede pasarle a algunos hoteles alojamiento, pero está en una buena ubicación, en barrios donde hay interés por construir, seguramente será candidato a que lo vendan a un desarrollador para edificar viviendas”, explicó José Rozados, de Reporte Inmobiliario. Según Rodolfo Alvarado, de la Cámara de Propietarios de Alojamientos, actualmente en la Ciudad existen cerca de 165 hoteles, 10 menos que hace diez años Si bien aún incipiente, este fenómeno podría expandirse . “Nosotros vimos cuatro o cinco hoteles, con la idea de comprar para construir edificios o reciclarlos y cambiarles el uso . Eran hoteles bien ubicados, pero que no trabajaban bien porque les faltaba garaje o el edificio era muy antiguo y no había sido reformado. En algunos casos son una buena oportunidad”, contó Darío López, de la desarrolladora Arquitectónica. A diferencia de los garajes y estaciones de servicio, que eran demolidas, los hoteles alojamiento habilitan también la chance del reciclado. “Si el edificio lo permite, se puede hacer un buen reciclado y armar un hotel común o tipo condominio, y también viviendas u oficinas . En este momento estamos tratando de cerrar una operación con un albergue transitorio. Además, el cambio de uso en algunos casos mejora el entorno del barrio, porque hay familias o algunos tipos de comercio que no quieren instalarse al lado de un hotel alojamiento”, aseguró Jorge González, presidente de la constructora Baresa. En la medida que la construcción siga con buen ritmo, es probable que otros tipos de establecimientos desaparezcan, como está empezando a pasar con los albergues. Los antecedentes así lo demuestran. Según AGES, la Cámara de propietarios de playas de estacionamiento, desde 2004 hasta hoy cerraron en la ciudad más de 1.100 garajes, que en su mayoría fueron reemplazados por edificios. El motivo fue que no pudieron hacer frente a los permanentes aumentos de costos y salarios por la inflación, porque no podían trasladar las subas a las tarifas porque perdían clientes. Por supuesto, los garajes bien ubicados que sobrevivieron y absorbieron la demanda de los que cerraron hoy están pasando un buen momento. Un fenómeno similar sucedió con las estaciones de servicio. Entre la presión del Gobierno para que no se encarezcan los combustibles y la falta de abastecimiento, varias estaciones cerraron, principalmente aquellas que tenían dueños particulares, no tanto las de las grandes cadenas de combustibles. Según la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines, actualmente hay en todo el país unas 4.200 estaciones, un tercio menos que en 2001. “Este fenómeno también se dio con fábricas, depósitos y hasta algunos cines. En la medida en que los terrenos grandes se agotan y el valor de la tierra crece, se producen estos reemplazos”, consideró Gustavo García Villanueva, titular de la constructora Amercon. VIA
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